sábado, 4 de abril de 2009

En un café, se vieron por casualidad
cansados en el alma de tanto andar,
ella tenía un clavel en la mano.
Él se acercó, le preguntó si andaba bien,
llegaba a la ventana en puntas de pie,
y la llevó a caminar por Corrientes.

Miren todos, ellos solos
pueden más que el amor y son más fuertes que el Olimpo
Se escondieron en el centro y en el baño de un bar,
sellaron todo con un beso.

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